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¡El arte feminista llega por primera vez a la televisión mexicana!

  • Escritor de blog
  • 29 jul 2020
  • 8 Min. de lectura

Alejandra Ramírez Sandoval


En 1987 llegaron al programa Hoy mismo dos mujeres: Maris Bustamante y Mónica

Mayer, artistas feministas quienes cuestionaron al arquetipo de la madre frente a

aproximadamente doscientos millones de espectadores. Intrigaron al conductor del

programa, Guillermo Ochoa, cuando mencionaron que el embarazo de Maris

Bustamante era un parte de un proyecto más grande: el proyecto artístico ¡ Madres ! en

el que investigaban y cuestionaban a los arquetipos en torno a la maternidad: la buena

madre y la mala madre.


Este proyecto, se inserta dentro del arte conceptual, es decir, su fin no era un cuadro o

una escultura, pues lo era el proceso creativo y la acción artística. Esto planteó límites

difusos entre la vida de las artistas y el proyecto visual, ejemplo de esto, es que ambas

artistas se embarazaron para utilizar su maternidad como investigación de campo

Al ser un grupo feminista, basaban su propuesta en los planteamientos feministas de

segunda ola que podemos resumir en la frase de “Lo personal es político”, la cual a

grandes rasgos, toma las experiencias individuales de las mujeres y las insertaba en un

problema estructural, colectivo y político.


El programa comienza con Guillermo Ochoa preguntándole a Maris Bustamante sobre

una obra suya en la que patentó un taco, Maris le aclara que lo importante de esta obra

es que ella tiene la patente, pero no planea lucrar con ello, ya que su acción artística,

fue exactamente esa: patentar al taco; posteriormente, empieza a preguntarle de su

embarazo, ante lo cual responde que tanto el suyo como el que tuvo Mónica dos años

atrás, son parte del proyecto artístico sobre maternidad. Además, enfatiza en que su

familia es planificada, por lo que su maternidad será deseada. Esto concuerda con las

ideas feministas de maternidad voluntaria, pues desde 1977 hubo manifestaciones en la

Ciudad de México a favor de la legalización del aborto, en algunas de ellas, nuestras

artistas participaron (Mayer).


En la performance televisada, las artistas hicieron a Guillermo Ochoa “Madre por un

día”: lo ataviaron con una enorme panza de unicel y un mandil, las cuales también se

pusieron ellas, ante lo cual podemos escuchar muchas risas de los asistentes y del

propio conductor, pues para estas personas, que un hombre sea madre causa

incomodidad y no puede ser más que chistoso, incluso le chiflan al

conductor, a lo cual Maris responde: “No les haga caso Señor Ochoa, es pura envidia

[…] El mal de ojo, ya lo está sintiendo”. Ante esta situación, Ochoa responde

caricaturizando a las mujeres embarazadas: se burla de su forma de caminar, de sus

antojos y reproduce frases estereotípicas de embarazadas. Maris Bustamante recuerda

que “El público inmediatamente respondió: los hombres ofendidos y las mujeres

fascinadas.”




Después, le dan un kit que contiene simbólicamente los miedos, malestares y

esperanzas de las madres. También le dan un diario con amuletos de buena suerte y

cosas relacionadas con el trabajo doméstico que una madre usualmente hace cuando

tiene un bebé.


Los amuletos de buena suerte se relacionan con diferentes aspectos: las tradiciones, el

aura que se crea en torno a un embarazo y el origen del de grupo Polvo de Gallina

Negra. En 1983, Mónica Mayer y Maris Bustamante vieron la necesidad de crear un

grupo artístico feminista. La idea del arte colectivo no era nueva, pues en los 70´s los y

las jóvenes habían visto en esta manera de hacer arte una alternativa a las formas

tradicionales, lo cual les permitió indagar en el arte no-objetual. Sin embargo, la idea de

hacer un grupo artístico feminista, sí era innovadora en el país, pues las feministas

políticas estaban alejadas del mundo del arte y las artistas temían proyectarse como

feministas, prueba de esto, es que Maris y Mónica invitaron al grupo 60 artistas que

rechazaron unirse por no querer proyectarse como feministas (pues temían perder a

sus novios y al rechazo en el mundo artístico, pues este, incluyendo museos y galerías,

estaba dirigido por hombres.) sólo aceptó la fotógrafa Hermilia Dosal, quien después de

la primera arte-acción, decidió retirarse del grupo.


Polvo de Gallina Negra (Maris Bustamante y Mónica Mayer) Receta del grupo Polvo de Gallina Negra para hacerle el mal de ojo a los violadores o el respeto al derecho del cuerpo ajeno es la paz Documentación de performance

Eligieron el nombre “Polvo de Gallina Negra, porque creían que era difícil ser una artista reconocida, más siendo mujer y más aún siendo feminista, por lo cual tomaron un aspecto que en la brujería tradicional se utiliza para curar el mal de ojo, lo cual les permitiría estar protegidas simbólicamente desde el nombre. Poco después, hicieron su primera acción en el hemiciclo a Juárez dentro de la marcha feminista contra la violación del 7 de octubre de 1983, en donde se vistieron como brujas y después de hacer el performance repartieron bolsitas con la pócima para hacerle mal de ojo a los violadores.


Acción plástica-política para el hemiciclo a Juárez dentro de la marcha feminista contra la violación del 7 de octubre de 1983, receta publicada en la revista Fem .

Regresando a nuestro programa, Guillermo Ochoa desde el principio menciona que la

obra será difícil de comprender, pregunta continuamente si eso es la obra de arte, y al

no comprenderla se burla de la situación. Incluso imita los gestos del embarazo de Maris Bustamante. “Por el arte lo que sea” dice, dejando en claro lo incómodo y avergonzado se siente por la experiencia. En la performance, las artistas utilizaron el humor como recurso para llegar a sus puntos: cuando reciben preguntas hostiles o las interrumpen no se agüitan y responden de forma irónica.

Después aluden a la socialización como constructora del género, pues Mónica Mayer muestra una muñeca, y dice refiriéndose a ella: “Yo siento que de niñas siempre nos dan muñecas para enseñarnos a ser mamás, entonces yo pienso que de grandes debemos de tener muñecas para decirles todo lo que no les dijimos a nuestras mamás”(sic) , con esto critica al estereotipo de la madre perfecta e ideal, pues las madres son humanas y se equivocan, las hijas e hijos tienen resentimientos, aprendizajes no resueltos y palabras de afecto tácitas. Esta muñeca, representa a Doña Catalina la villana de la telenovela “Cuna de lobos” del mismo canal en el que se encuentran en ese momento, la cual había finalizado en ese año y tuvo tal popularidad que se dice que la ciudad estaba silenciosa para escuchar su final. (Díaz Moreno)


Esta vez, no sería la primera en la que Polvo de Gallina Negra trata la representación

de las mujeres en los medios, pues desde 1984 llevaron a cabo su acción “Las mujeres

artistas o se solicita esposa”(Mayer y Bustamante) la cual fue presentada por primera

vez en la Biblioteca México y adaptada para dar 30 conferencias-acción en escuelas del

Estado de México, principalmente en Conalep´s) en donde hacían un breve recorrido

por las mujeres en la Historia del arte, analizaron, en palabras de Maris Bustamante “el

empleo sexista de la imagen femenina en los medios y en el arte” y utilizaban las obras

de jóvenes artistas como excusa para tocar temas de violencia machista. Entre estas,

usaron la serie fotográfica de Lourdes Grobet para tratar el tema de las mujeres

golpeadas (Imagen 6), la serie de Infancias de Magali Lara (Imagen 7) para hablar

sobre la educación de las niñas, la obra de Maris Bustamante (Imagen 8) para hablar

del erotismo, la de Mónica Mayer (Imagen 9) para hablar de violencia sexual y

finalmente, las fotografías de Ana Victoria Jiménez (Imagen 10) para tratar al trabajo

doméstico.



Con esto podemos notar la necesidad de las artistas de sacar al arte de los museos,

pues lo asumen como un medio para la transformación cultural. Sin embargo, dentro del

programa televisivo que estamos recorriendo, podemos ver cómo no dejan de lado al

espacio museístico, pues invitan a los televidentes al concurso “Carta a mi madre”, en el

cual podrían mandar cartas al Museo Carrillo Gil escribiendo a su madre todo lo que

han callado, esto con la intención de valorarlas y sanar heridas. Mónica Mayer

menciona que podían mandar cosas positivas o negativas, pues el objetivo de la acción

era visibilizar que los arquetipos de “buena madre” y “mala madre” son muy cerrados,

pues la maternidad es un asunto mucho más complejo. Para este concurso, las artistas

también enviaron siete cartas a diferentes artistas e intelectuales sobre este tema

y el concurso recibió cerca de 70 respuestas (Mayer). Concluyó el día que se inauguró la exposición Novela Rosa o me agarró el arquetipo en el Museo Carrillo Gil, en donde se expusieron 14 dibujos de Mónica Mayer. Con esta exposición terminó el proyecto ¡MADRES!, paralelamente hubo performances de Maris Bustamante en la

Esmeralda y lectura de poesía de mujeres.


Regresando a Televisa, Ochoa finaliza el programa diciendo: “Después de unos

mensajes vuelve el macho del programa” pues vio a su masculinidad cuestionada con

esta performance, se sintió humillado por ello e hizo este comentario para sentirse

seguro sobre su identidad, sin importarle la clara incomodidad de sus invitadas.

Así, con esta acción, Polvo de Gallina Negra cumplió sus tres objetivos dentro de su

acción televisada (Mayer): “1.- Analizar la imagen de la mujer en el arte y los medios de

comunicación; 2. Estudiar y promover la participación de la mujer en el arte;3. Crear

imágenes de la experiencia de ser mujer en un sistema patriarcal, basadas en una

perspectiva feminista y con miras a ir transformando el mundo visual para así alterar la

realidad.” Buscaban representar las experiencias femeninas desde las suyas propias.

Por otro lado, Polvo de Gallina Negra no eran las únicas en querer llevar a la televisión

el cuestionamiento sobre las experiencias femeninas, hubo otras artistas que lo

intentaron, como Pola Weiss o el colectivo de cine feminista Cine Mujer , creado por

Rosa Martha Fernández (al cual Mónica Mayer también perteneció). Sin embargo, Cine

Mujer estaba hecho para salas de cine y Pola Weiss, aunque logró que presentaran uno

de sus videos en TV UNAM y en algún canal estadounidense (Sepúlveda), no logró el

alcance que Madre por un día sí. Esto podríamos atribuirlo al humor y acercamiento a

temas populares con los que Polvo de Gallina Negra llevaba sus proyectos, pues

tocaban temas que las espectadoras podían ver cercanos. También tenían el apoyo de

instituciones artísticas como la Escuela Nacional de Artes Plásticas, El Colegio de San

Carlos (En donde las artistas impartieron clases y tuvieron espacios de exposición) y el

Museo Carrillo Gil, contrario a lo que pasó con Pola Weiss, quien hacía videos

experimentales independiente que podrían ser aburridos para una gran parte de la

población, además de que fue censurada por pasar desnudos femeninos frontales en

sus videos, por lo cual no pudo lograr llegar a transformar la consciencia más allá de

grupos muy reducidos.


Estas obras estuvieron insertas dentro de la segunda ola del movimiento feminista en

México en los 70´s, derivada de la capacidad de organización que dejaron los

movimientos estudiantiles del 68, la divulgación de las ideas del feminismo de Estados

Unidos y una necesidad intrínseca de liberación femenina. Este movimiento estaba

integrado principalmente por mujeres jóvenes universitarias. La primera organización

política colectiva fue “ola fue el Movimiento en Acción Solidaria (MAS, 1971), en el que

militaron la artista Mónica Mayer y la fotógrafa Ana Victoria Jiménez. Posteriormente

surgió el Movimiento Nacional de Mujeres (MNM,1973) y el Movimiento de Liberación

de la Mujer (1974), el Movimiento Feminista Mexicano (MFM) y la Coalición de

Mujeres Feministas, agrupación que en 1976 coordinaba al MNM, MFM, La Revuelta y

el Colectivo de Mujeres. Dentro de estas organizaciones transitaron artistas quienes

aportaron con su creatividad en las pancartas de las marchas y con acciones.” (María

Laura Rosa). Este interés por sacar el arte a las manifestaciones callejeras, podemos

verlo continuado en Polvo de Gallina Negra, pues además de las performances que

hemos mencionado antes que hicieron en manifestaciones, siguieron utilizando a la

muñeca de la “mala madre” para que fuera a marchar con ellas, incluso después de que

el grupo artístico se separara.


Maris Bustamante y Mónica Mayer durante un performance en una manifestación sobre maternidad voluntaria en febrero de 1991. http://www.pintomiraya.com/pmr/gallina-negra

Dentro del ambiente artístico, un momento muy importante para el arte feminista fue el

Año internacional de la mujer, en 1975 y las exposiciones que se hicieron por él, entre

estas estuvieron “La mujer como creadora y tema del arte”, en el Museo de Arte

Moderno, la cual fue muy criticada porque hubo pocas mujeres exponiendo, sin

embargo, logró crear diálogo sobre la situación de las mujeres en el arte en México.

Sumado a esto, en su revista Artes Visuales, publicaron un texto de Judy Chicago en

dondehablaba del arte feminista, el cual Mayer asegura que la impactó, por lo que

algunos años después para aprender y trabajar en su escuela, hizo una maestría en

arte feminista y regresó a México para aplicar y enseñar lo aprendido, haciendo talleres

en la ENAP, organizando eventos y creando espacios para el diálogo como lo hemos

visto a lo largo de estas páginas.


Finalmente, podríamos cuestionarnos la importancia de televisar el arte, hacerlo

accesible a la población en general y preguntarnos si estas acciones han logrado

cambiar la conciencia colectiva. Personalmente, creo que Polvo de Gallina Negra logró

abrir un diálogo necesario: la necesidad de la autorrepresentación de las mujeres, y la

critíca los estereotipos del monopolio televisivo dentro de este. Mucho se ha dicho

sobre que feminismo causa incomodidad, pues nos hace cuestionarnos nuestro propio

actuar, lo cual fue claro en el programa Nuestro mundo de Guillermo Ochoa. En la

actualidad, podría parecer que la representación estereotipada y sexista ha disminuido

de los medios: vemos una mayor diversidad de cuerpos en la publicidad que nos

bombardea a cada segundo, sin embargo, estas representaciones mediáticas del

cuerpo femenino (y quizás ahora también del masculino) nos hacen aspirar a un cierto

tipo de belleza y un cierto modo de forma de vida. Esto nos hace repensar en lo que

grupos artísticos como este nos plantearon ¿Cómo transformar los paradigmas

culturales desde nuestro propio quehacer?

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