LOS NUEVOS HIJOS DE LAS NUEVAS GENERACIONES
- CITLALI GONZALEZ
- 9 oct 2020
- 5 Min. de lectura

Cada vez se sabe de menos parejas dispuestas a asumir compromisos y menos parejas dispuestas a vivir en matrimonio, en todas partes se escucha de mujeres argumentado que el tener hijos destruye el cuerpo, que tener hijos hoy en día es una locura, que parir es un riesgo y no hay necesidad de arriesgar la vida, además ya hay sobre población y más humanos es una grave equivocación, por otro lado hombres que no responden a su paternidad, una lucha constante de género que va más allá de ser pareja o no y cada día vemos más mujeres decidiendo ser solteras, hombres decidiendo ser solteros, relaciones fallidas por todos lados y las pocas parejas que se casan, deciden no tener hijos, y resulta ser que frente a estos pensamientos surge una nueva corriente, los PERRHIJOS, la cual se ha convertido en el auge de las nuevas generaciones, y que está presente en muchos de los hogares de hoy en día.

Pero para comprender mejor, vamos paso por paso, ¿qué es un perrhijo?, pues básicamente es un perro con cuidados iguales a los que se le darían a un niño o una niña y aunque pudiese parecer que no tiene nada de malo y que es algo que ha ayudado a reducir un poco la situación de los perritos sin dueño, existen quienes creen que esto tiene que ver con un problema psicológico por parte de los dueños y que además es maltrato animal.
Y es esta situación la que ha generado una gran división entre quienes tienen perrhijos y los que no, pero, ¿esto es tan solo una discusión entre dos bandos con ideas contrarias o los expertos tienen sus propios comentarios?.

Pues bien, según expertos la humanización de las mascotas es un grave error, lo cual pone en riesgo la salud de las mismas, pues los perros entran en confusión y al no poder actuar como sus dueños, se les genera ansiedad, y como consecuencia problemas gastrointestinales.
Y aunque podríamos pensar que esto es mentira, la humanización de los perros sí tiene consecuencias graves en ellos, mismas que he vivido personalmente siendo hija de un veterinario y contradictoriamente mamá de dos perrhijas hermosas, pues me ha tocado ver perritos que llegan graves al consultorio, con úlceras estomacales tremendas, causadas por una sobreprotección, porque el animalito se somete a un estrés profundo cuando el dueño no está cerca e incluso deja de comer, por otro lado infecciones tremendas en el estómago porque al creer que el perro es nuestro hijo le damos de comer cualquier cosa que él pida, lo cual obviamente va a enfermarlo y en el caso de las mías, es más frecuente de lo que quisiera, vómitos constantes por estrés, colitis gracias a la ansiedad que según algunos médicos zootecnistas consideran yo les transmito a ellas al yo padecerla, inseguridades y claro desobediencia, pues si son mis bebés no puedo dejar que las regañe cualquiera y obviamente radica en dejarlas hacer todo, por tanto a pesar de que las intenciones por parte de los dueños de los perrunos sean buenas, podemos decir que la sobreprotección de estos sí tienen ciertos detalles de maltrato animal, aunque claro este no sea intencional y en definitiva es un tipo de maltrato alejado de las personas que los lastiman intencionalmente.

Es cada día más frecuente ver a personas adoptando perros, aunque no podemos negar el hecho de que la cultura de la adopción sigue siendo pobre, ya que aún se tiene la absurda creencia de que el tener un perro de marca, genera cierto status, lo cual es absurdo en todos los sentidos, pues al adquirir un perro de raza, debemos ser responsables con sus cuidados, pues utilizarlos como medio de negocio, somos partícipes de las horribles cadenas de reproducción de animales, que bien se sabe utilizan a las perritas como máquina de reproducción sin tener los cuidados pertinentes.
Por otro lado, este punto de los perrhijos, inquieta a muchas personas mayores, las cuales ven la esperanza de la conservación del mundo sin posibilidad, ya que sin personas dispuestas a tener hijos, la población será únicamente de adultos, pero ¿qué lleva a una nueva sociedad de jóvenes a tomar la decisión de no tener familia?
Cuando somos adolescentes, soñamos con la familia feliz, los hijitos y todo color de rosa.
Conforme pasa la vida descubrimos que las relaciones no son lo que parecen, que mantener una relación estable es más difícil de lo que se piensa, y las parejas parecieran ser solo un pasaje temporal, nos topamos con personas que juran amor eterno y de pronto de un día a otro deciden terminar la relación sin razones válidas y de pronto viene una ruptura, dos, tres, y llega un punto en que la soledad es la mejor compañía.
Hay muchas contradicciones en relación a la soledad, muchos dicen que no es buena, que se necesita siempre a alguien; otros juran que es la mejor decisión de su vida, tiempo para estudiar, para reír, bailar, tiempo a solas para hacer lo que desean y otros simplemente la han hecho compañera mientras la vida les presenta a alguien diseñado para compartir lo que resta con ellos. Y es justo frente a esta soledad que los perrhijos suelen ser una excelente compañía, pues a diferencia de un niño, una persona puede cuidar de ellos sola y hacerse compañía mutuamente.
Es cierto que un hijo y un perrhijo son cosas totalmente diferentes, cada uno requiere los cuidados pertinentes a su ser, pues la sobreprotección es mala en ambos casos.
Estamos frente a una sociedad dividida entre los que desean formar familia con hijos y pareja, mientras que la otra mitad a decidido vivir en soltería con perrhijos, y ambas decisiones están bien. Debemos aprender a respetar el modo de vivir de los demás, ya sea con una familia o no, ser respetuosos entre todos.
Una sociedad que se respeta, puede salir adelante.

A nivel personal, considero que muchos de los fracasos de las relaciones tienen que ver con una problemática que requiere la atención de todos, estamos frente a una generación que se rinde, que no lucha, que no se entrega, que todo lo hace de manera superficial y en definitiva una relación es compromiso, es entrega, es amor y el amor no es "soportar" el amor es trabajar juntos para formar un nosotros.
Y llámese hijos o llámese perrhijos, sea cual sea la decisión que se tome, ambas requieren todo el compromiso y el respeto hacia ellos.
Esta pandemia trajo consigo no sólo problemas de salud, sino que consigo trajo cientos de problemas emocionales, pues el encierro y el estrés han sacado a relucir nuestra incapacidad de comprensión, de empatía, por todos lados vemos parejas terminando por la distancia, porque "no se ven", los índices de violencia han aumentado, mascotas abandonadas a su suerte y nadie se detiene para saber cómo está el otro.
La falta de empatía es un elemento ruin, que destruye relaciones sin clemencia, ya no importa lo que sienta o piense el otro, importa sólo lo que pienso yo, ya no hay un nosotros, hay un tú por tu cuenta y yo por la mía y juntos a veces solo para lo que queramos en ese momento, vivimos en una sociedad fría, que solo ve para sí misma.
Vale lo mismo la vida de cualquier ser vivo, debemos respetar a los demás, debemos ser empáticos, debemos entender que el otro sufre, se cansa, tiene momentos malos, y que no estamos solos en el mundo, no podemos ser tan egoístas, y asumir la responsabilidad de que la decisión que tomemos se tome con todo y sin rendirse a la primera.

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