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¿Qué pasa cuando quieres bajar de peso a toda costa?

  • Escritor de blog
  • 23 sept 2020
  • 6 Min. de lectura

Magdalena Morales García




Bajar de peso debe ser una de las cosas que casi todos hemos anotado en nuestra lista de propósitos para el año nuevo. Algunas personas realmente logran su propósito y consiguen bajar de peso, pero otras no, y esto no es simplemente porque unas le echaron ganas y los otros son perezosos. Además no todas las personas que bajan de peso utilizan métodos adecuados. Es crucial encontrar el equilibrio exacto entre querer bajar de peso y lo que estamos dispuestos a sacrificar para ello.


Para entenderlo es importante reconocer cómo nos describimos a nosotros mismos. Una vida sana, plena y satisfactoria dependerá siempre de saber quienes somos y a dónde queremos ir, parece demasiado trascendental para un simple hábito, pero se ha comprobado de las personas con problemas alimentarios como la anorexia, bulimia nerviosa a menudo tienen altos niveles de insatisfacción con su apariencia corporal y una percepción muy pobre de sí mismas. Incluso la obesidad aunque no se considera un trastorno alimenticio por el amplio abanico de problemas involucrados, si puede alterar la imagen que tiene una persona de su propio cuerpo.


Empecemos por un lado de la balanza, una intervención realizada por Ceballos-Gurrola, et al (2020) en adolescentes mexicanos que sufrían de obesidad, se propuso medir cómo mejoraba el autoconcepto de los participantes conforme mejoraba su condición física. El programa duró 14 semanas y buscaba la reducción de los síntomas de obesidad a partir de una dieta saludable y hábitos deportivos. Antes de iniciar el proceso, se evaluó el autoconcepto de los adolescentes y los resultados hicieron evidente que cuando los adolescentes sufren de obesidad son más propensos a tener una mala imagen de ellos mismos, especialmente respecto a su apariencia física y sus capacidades para desenvolverse en la sociedad.


Al finalizar las 14 semanas que duró el programa, los adolescentes mejoraron su condición física y su autoconcepto, esto quiere decir que al terminar el programa los adolescentes no solo habían reducido los síntomas de obesidad, también se sentían mejor con su habilidades deportivas, su apariencia física y su desempeño en las relaciones sociales. Sin embargo, el 35% de los participantes abandonaron el programa. Para entender la causa los investigadores compararon su trabajo con el de otros autores, y encontraron que, comparado con otros programas, el suyo exigía mucho tiempo y esfuerzo por parte de los adolescentes.


Las conductas alimentarias inadecuadas tienen múltiples consecuencias en la salud física y mental que pueden agravarse hasta generar serias complicaciones. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5 por sus siglas en inglés) publicado el 2014 por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA por sus siglas en inglés) específica que los Trastornos de la Conducta Alimentaria y de la Ingesta de Alimentos (TCA) consisten en "una alteración persistente en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la alimentación que lleva a una alteración en el consumo o en la absorción de los alimentos y que causan un deterioro significativo en la salud física o en el funcionamiento psicosocial." (p.329)


En la Anorexia nerviosa por ejemplo, la persona tiene una imagen muy distorsionada de su cuerpo, viéndose siempre gordo y desagradable, también experimenta un intenso miedo a la sola idea de subir de peso, estas ideas son tan fuertes para la persona que termina por optar por una ingesta mínima de alimentos que no satisface las necesidades nutricionales de su organismo, con lo que ocurre un desequilibrio fisiológico que, si no es atendido a tiempo, puede generar severos daños cardiovasculares, metabólicas, endocrinas (hormonales), musculares, digestivas, dermatológicas, neurológicas, renales, respiratorias, entre otras.


Otro de los TCA es la Bulimia nerviosa en la que también presenta una imagen corporal distorsionada pero se caracteriza por episodios recurrentes de atracón-purga, es decir que la persona primero come de forma descontrolada y excesiva, para después compensarlo utilizando algún medio inadecuado para evitar subir de peso, estos medios pueden ser vómitos provocados, abuso de laxantes, períodos de ayuno o ejercicio excesivo (Peña, 2020).


La clave principal para entender estos TAC es la imagen que tiene una persona de su propio cuerpo. Todos tenemos en nuestra mente una idea de cómo nos vemos “por fuera” y esta idea se forma a partir de las evaluaciones que hacemos de nuestra apariencia, como resultado de esta evaluación podemos tener diferentes sentimientos hacia nuestro cuerpo.


Muchos de lo que hacemos con nuestro cuerpo depende de estos tres factores: cómo nos vemos, cómo nos pensamos y cómo nos valoramos, todo esto define si nos gustamos o no. No es extraño saber que la insatisfacción con la imagen corporal tiene mucha relación con la depresión, la ansiedad, disfunciones sexuales y los trastornos de la conducta alimentaria (TCA)


Como me encantan los ejemplos vamos a ver el caso de Dionisia y Briseida, ambas nos chicas que crecieron en nuestra sociedad occidental, ambas bombardeadas por estándares de belleza que ninguna de las dos cumplen, todos conocemos esa la imagen de la mujer pequeñita, esbelta y “debidamente proporcionada”. (me sentí mal solo de escribirlo). El caso es que a Dionisia le enseñaron que las modas van y vienen, creció sabiendo que si bien, no cumplía este estándar de belleza artificial actual, si tenía rasgos físicos hermosos que aprendió a valorar y cuidar.


Pero Briseida no tuvo tanta suerte, a ella la tenían a dieta todo el tiempo, desde pequeña, a la hora de la comida debía escuchar un largo discurso sobre comer vegetales y odiar las grasas. Cada que le compraban ropa nueva o quería arreglarse recibía observaciones como “que lástima que no bajas de peso” “seguro te quedaría mejor si no tuvieras esa figura” “ningún chico va a querer salir contigo” “mejor pruébate este que disimula las lonjas” creo que toda mujer ha escuchado esas afirmaciones, quizá no siempre malintencionadas, pero que dichas de forma constante construyeron en Briseida una evaluación subjetiva negativa de su propio cuerpo a nivel físico. Lo peor para Briseida era que por más que seguía las dietas y se esforzaba haciendo horas de ejercicio, su cuerpo nunca se veía como le decían que tenía que verse.


Mientras más crece la insatisfacción más probable es que empiecen a presentarse conductas peligrosas como dietas no reguladas por profesionales, restricción dietética cada vez más extrema, preocupación excesiva por el físico y la aparición de los atracones, que después se compensan con vómitos inducidos o ejercicio extremo que descompensan el metabolismo y empeoran la condición física.


Volvamos a Briseida, llegan las fiestas de fin de año, el famoso Guadalupe-Reyes que presenta tantas fiestas llenas de comida deliciosa, en cada evento Briseida ni siquiera se dá cuenta de la cantidad de comida que ha ingerido, hace mucho que ya no la saborea. De este modo evita la culpa por un corto periodo de tiempo, pero no tarda en aparecer. Entonces hace cuentas sobre cuántas calorías acaba de ingerir con una fórmula que encontró en internet y al día siguiente decide dedicar 4 horas consecutivas a hacer ejercicio. Para la siguiente fiesta quiso ir a comprarse un nuevo atuendo se probó toda la tienda pero con todo se sentía fea y gorda. No soporta la culpa y para deshacerse de la sensación de malestar huye al baño y se provoca el vómito.


Es cierto que no todos los casos llegan a ser tan graves como el de Briseida, y quizá tú que estás del otro lado de la pantalla no te hayas sentido tan mal como ella. Pero hay que reconocer lo espantoso que puede ser vivir sin valorar tu propio cuerpo, un primer paso para llevar una vida plena y saludable puede ser aceptar tu imagen.

Si te miras al espejo y lo único que se te ocurre son cosas desagradables que te hacen sentir mal, quizá es momento de cuestionar lo que te dice esa mirada acusadora, muchas veces se nos olvida, pero la realidad es que nuestros pensamientos y emociones solo tienen poder sobre nuestra vida si no los cuestionamos al actuar. Si sientes que te sobrepasa ese sentimiento de tristeza, vergüenza, insatisfacción o cualquier otro que te impida llevar una vida plena recuerda que es de valientes pedir ayuda. Se estima que la esperanza de vida en el mundo ronda los 72 años, haz las cuentas ¿cuántos años más vas a vivir en tu cuerpo? ¿cómo quieres vivir esos años?


Si quieres entender mejor cómo funcionan las heridas emocionales y lo que puedes hacer para evitar que una pequeña herida se vuelva un problema checa esta charla TED de Guy Winch: Por qué todos necesitamos practicar primeros auxilios emocionales https://youtu.be/F2hc2FLOdhI





Asociación Americana de Psiquiatría (2014) Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales. [5a ed.] Arlington: España. ISBN: 978-84-9835-810-0

Ceballos-Gurrola, O., Lomas-Acosta, R., Enríquez-Martínez, M. Ramírez, E., Medina-Rodríguez, R., Enríquez-Reyna, M. & Cocca, A. (2020) Impacto de un programa de salud sobre perfil metabólico y autoconcepto en adolescentes con obesidad. Retos, XXXVII, 452-458. ISSN 1988-2041

Peña, V. M. (2020). Complicaciones Médicas de los pacientes con Trastornos Alimentarios y de la Ingestión de Alimentos. Revista de Psicoterapia, 31(115), 115-128. ORCID: https://orcid.org/000-0002-9279-6565

García-Moscoso, C. D. C. (2020). Imagen corporal, Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) [Trabajo de Grado]. Recuperado de: https://hdl.handle.net/10953.1/10624

Organización Mundial de la Salud (2020) Obesidad y sobrepeso. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight




 



¿Porqué abandonamos hábitos saludables? Ya todo el mundo nos ha dicho los mil beneficios de una dieta equilibrada y realizar actividad física regularmente, sin embargo para el 2016 ya había 1900 millones de adultos con sobrepeso (OMS, 2020) ¿Qué hace que unos se apeguen a la "vida Fit" y otros no? ¿Qué nos motiva cuando comemos y cuando hacemos ejercicio?

 
 
 

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