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Peso, masa, salud y su interpretación en la actualidad.

  • Escritor de blog
  • 2 sept 2020
  • 7 Min. de lectura

J. David Soberanis Cabrera


Desde que nacemos una de las primeras medidas que se toman es el peso, después la altura y posteriormente terminan esa valoración con otras pruebas. La primera medida se vuelve sumamente relevante a lo largo de nuestras vidas, pues desde ese momento siempre estamos al pendiente de ella, se toma como un referente relacionado con nuestra salud, peso más peso menos. Sin embargo hay que plantearnos las preguntas importantes: ¿qué hay detrás de esta medida tan utilizada? y ¿por qué hemos dejado nuestro cuerpo a su merced?



Las diferencias entre Masa y Peso


Comencemos con el significado de los conceptos de acuerdo a la física, que define como Masa “a todo cuerpo material que ocupa un lugar en el espacio”. Para medir la masa de un objeto se utilizan unidades como kilogramos (Kg) y gramos (g), entre otros. En otras palabras, la masa es la cantidad de materia de un objeto. Para medir la masa de un objeto se utiliza la balanza.


Y Peso es definido como “medida de fuerza gravitatoria que actúa sobre un objeto”. En otras palabras, la fuerza que ejerce un cuerpo sobre un punto de apoyo, en este caso, nuestro cuerpo sobre el piso y esta se mide en newton(N).


En un ejemplo, lo anterior quiere decir que la masa de una persona de 75kg en la tierra seguiría siendo de 75kg en la luna donde la gravedad está disminuida. Mientras que el peso en la tierra es de 736.5N y en la luna seria de 121.5N.


Ahora, ¿a qué vino esa divertida clase de física? Bueno, es importante conocer estos conceptos para poder entender porqué el “peso” no debería ser tan importante a como la masa, ya que este malentendido de unidades ha sido uno de los más grandes problemas de salud en cuanto a desórdenes alimenticios concierne.


Las básculas: el amigo moderno de la salud y su influencia cultural.


Como se menciona, la masa es medida con una balanza. El uso de esta herramienta data sus orígenes cercan de Pakistán y Egipto desde aproximadamente los años 2000 a.C. Las primeras básculas eran balanzas, dos platos de metal suspendidas y equilibradas en una barra de metal. Se colocaban pesas de un lado y el objeto a pesar en otro.


Estas básculas no fueron modificadas hasta llegado el siglo XVIII conde se rediseñó el mecanismo y paso de utilizar pesas a utilizar resortes donde se podía calcular la masa de un objeto con mayor facilidad y precisión.


En la actualidad, las básculas utilizan sistemas eléctricos y resortes que no solo miden nuestra masa (kg), sino que tienen la capacidad de medir nuestra masa en parámetros como masa grasa, masa muscular, masa ósea y la cantidad de agua en nuestros cuerpos. Es por ello que su uso en la actualidad se ha vuelto tan popular.


¿Por qué pensar en masa y no en peso?

Como ya hablamos anteriormente, la masa permanece constante en cualquier objeto a menos se agregue materia o se quite. No importan donde estés, la masa seguirá estando presente mientras que el peso se puede modificar dependiendo la gravedad a la que sea sometida.




Composición corporal y porque la masa total (kg) dice poco de nuestra salud.


En el mundo de la salud se le da mucha importancia a la masa porque nos ayuda a conocer como está compuesto nuestro cuerpo. Existen diferentes modelos de composición corporal y generalmente se divide en 5 niveles:

● Nivel 1 o atómico donde se toman en cuenta elementos como carbono, hidrogeno, calcio y otros

● Nivel 2 o nivel molecular, compuesto por agua, grasas, minerales y más.

● Nivel 3 o nivel celular donde se analiza masa celular, líquidos, sólidos y grasa fuera y dentro de las células.

● Nivel 4 o nivel tisular, este siendo en el que más nos vamos a basar para este artículo, en el que se encuentra la masa músculo esquelético, músculo no esquelético, tejidos blandos, tejido adiposo o grasa y hueso, y por último,

● Nivel 5 o nivel corporal total donde como el nombre lo explica, se mide toda la masa del cuerpo, está siendo la masa que podemos ver en las básculas y a la que tanta importancia le hemos llegado a tomar.




Conocer la composición corporal en un nivel 5 es muy sencillo, solo es necesaria una báscula y esto es lo que siempre realizamos, nos paramos, nos pesamos y listo, obtenemos nuestra masa corporal total. Ej. 50 kg, 63 kg, 75kg. Pero eso nos dice muy poco sobre nuestra salud, desconocemos que tanta masa grasa, muscular o agua existe en nuestro cuerpo.


La importancia de conocer estos valores radica en que podemos pesar incluso 80kg y no necesariamente eso nos hace personas obesas, incluso podemos tener un porcentaje de masa grasa saludable y seguir siendo muy “pesados”.


Es aquí donde se hace más evidente la importancia de un nivel 4 de composición corporal e incluso nivel 3, aunque este último necesita equipos más avanzados para su medición.



Bajar de tallas pero no necesariamente de “peso”


Lo que se busca mostrar es que, el “peso” o la masa se pueden mantener igual, podemos seguir pesando lo mismo pero ¿por qué se vería afectada la talla?

Esto se debe a que si nosotros logramos disminuir nuestro porcentaje de masa grasa y aumentar el porcentaje de masa muscular, nuestra masa total se vería compensada por la disminución de uno y aumento del otro.


Este es un concepto o una idea que valdría la pena desarrollar y con el paso del tiempo no darle tanta importancia al “peso” o masa total, sino, conocer de qué se compone nuestro cuerpo, como se desglosa nuestro “peso” y cuál es la función de cada tejido.

Bien, ahora hablemos de qué es exactamente la masa grasa y la masa muscular.



Músculo y grasa, ¿eternos enemigos?

Masa grasa

En el pasado se dividía el tejido adiposo o grasa en dos grupos, tejido blanco o tejido marrón y cada uno desempeñaba diferentes funciones: almacén de energía, equilibrio hormonal y producción de calor. Pero con el paso del tiempo y más investigaciones, se ha descubierto que nuestro tejido adiposo no solo se conforma de grasa, sino que también tiene componentes del sistema inmune, células madres y otros. Todas estas células ayudan a mantener nuestro equilibrio energético.


Lamentablemente un elevado contenido de tejido adiposo puede ser contraproducente, ya que el aumento de estas células está relacionado con enfermedades del síndrome metabólico. Mayo Clinic describe este síndrome como “trastornos que se presentan al mismo tiempo y aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2. Estos trastornos incluyen aumento de la presión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos.”


Masa muscular

Al igual que al tejido adiposo, el músculo ha pasado de ser un órgano encargado del movimiento y productor de calor a uno también encargado de secretar proteínas y algunas otras funciones hormonales, Siendo este un órgano que permite el movimiento, regula la temperatura corporal, corrige postura y lleva a cabo procesos metabólicos importantes.


El ejercicio y el movimiento ayudan a fomentar todos estos procesos y el músculo se ve directamente beneficiado por esta actividad.

El ejercicio y la activación muscular pueden fomentar el consumo de tejido adiposo para la obtención de energía y mejora la captación de insulina, disminuyendo la posible aparición de enfermedades que podemos encontrar en el síndrome metabólico mencionado anteriormente, mejora la condición física y podemos minimizar la aparición de enfermedades como cáncer, osteoporosis, demencia e incluso depresión.




(Para más información de cómo podemos comenzar a hacer ejercicio, visiten nuestro artículo de “covid y ejercicio” donde encontraran algunos consejos que esperamos le sean útiles para mejorar sus hábitos.)





El Ying y Yang del cuerpo.

Los niveles de líquido, hueso y otros tejidos se ven influenciados por la actividad de estos últimos dos descritos. Todo funciona como uno solo y podemos encontrar tejido adiposo en cada una de nuestras células, incluso en el músculo podemos encontrar tejido adiposo, en los huesos y en cada rincón de nuestro cuerpo.


El tejido adiposo, como ya fue mencionado, no es un tejido peligroso o dañino, aunque esto puede cambiar si entramos en un estado de desequilibrio donde se ven directamente afectadas nuestras funciones corporales y posiblemente esto terminara causando enfermedades que pueden poner en riesgo nuestra vida.


Pero al igual que el músculo, todo debe estar en equilibrio para funcionar correctamente, el cuerpo debe tener un nivel adecuado de masa grasa, masa muscular, líquido. Cosa que no podemos conocer con una báscula sencilla que solo nos mostrara el “peso” o masa corporal total.



Todos somos diferentes ante el mundo y los ojos de la ciencia.


Existen factores que pueden influenciar nuestra composición corporal.

Los diferentes tipos de cuerpo podemos clasificarlos de acuerdo a su “somatotipo”. Esto puede variar de acuerdo a los rasgos genéticos, corporales, la edad, sexo, raza y cultura.

Para conocer nuestro somatotipo se realizan diferentes medidas donde se toma en cuenta el “peso”, la talla, pliegues cutáneos y circunferencias de diferentes segmentos corporales. En el pasado se creía que este somatotipo se mantenía constante a lo largo de la vida, pero con los descubrimientos más recientes, se ha observado que este puede cambiar con la edad, actividad física y nuestra nutrición.


Para proponernos una meta con nuestros cuerpos es necesario considerar estos factores y procurar no compararnos con los demás, que tus avances sean de acuerdo a las realidades posibles para tu cuerpo. Buscando así, la eliminación de un estigma que ha afectado negativamente el cómo vemos nuestros cuerpos y cómo nos cuidamos, siendo el “peso” una medida que nos afecta demasiado con lo poco que dice de nosotros.


Así que la próxima vez que estés sobre una báscula y veas un número en la pantalla, no permitas que defina quien eres, busca soluciones más saludables, investiga más a fondo, consulta a tu profesional de la salud para la planeación de estilos de vida más saludables y el alcance de tus metas.

Sobre el Autor. J. David Soberanis Cabrera, egresado de Fisioterapia en la Universidad del Valle de México. Deportista aficionado y entrenador personal. Creador de Fortia Momentum donde comparte su amor por el ejercicio.

Editora

Ariadna Cuevas Flores, egresada de Comunicación en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán. Social Manager en Fortia Momentum.

Referencias

● Wikipedia. Weighing scale. Fecha de consulta: 26 de agosto 2020 https://en.wikipedia.org/wiki/Weighing_scale

● Wikipedia. Human body weight, Fecha de consulta: 26 de agosto 2020 https://en.wikipedia.org/wiki/Human_body_weight

● Inbody. ¿Qué es composición corporal? Fecha de consulta: 26 de agosto 2020 http://inbodymexico.com/what-is-body-composition/

● Emilio González Jiménez (2012), Composición corporal: estudio y utilidad clínica. Elsevier, Endocrinología y Nutrición.

● Wang ZM, Pierson RN Jr, Heymsfield SB (1992), The five-level model: a new approach to organizing body-composition research. Am J Clin Nutr. 56(1):19-28. doi:10.1093/ajcn/56.1.19

● Mejías Peña, Yubisay. (2015). Músculo esquelético: más allá de la locomoción.

● DS, Gallagher & Heymsfield, Steven & Heo, Moonseong & Jebb, Susan & Murgatroyd, Peter & Sakamoto, Yoichi. (2000). Healthy percentage body fat ranges: An approach for developing guidelines based on body mass index. The American journal of clinical nutrition. 72. 694-701. 10.1093/ajcn/72.3.694.

● Montserrat Esteve, (2013). Tejido adiposo: heterogeneidad celular y diversidad funcional, Elsevier, Endocrinología y Nutrición.

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